El uso de energía eléctrica es un recurso fundamental que incide en el desarrollo socioeconómico de las regiones. Hay una demanda energética creciente alrededor del mundo, por lo cual se debe buscar satisfacer la demanda a través del aumento en la capacidad. Pero este cambio solo se puede lograr mediante la diversificación de la matriz energética y la reducción de la dependencia de los combustibles fósiles y de los recursos naturales no renovables.
Ante esta coyuntura mundial, una oportunidad que aparece en el mercado energético colombiano son las microrredes, un sistema de energía autosuficiente que se puede convertir en un transformador social y generador de oportunidades de desarrollo, especialmente en áreas rurales que son parte de las Zonas No Interconectadas (ZNI).
Definición y características de una microrred.
Una microrred puede definirse como: “un grupo de cargas, unidades de generación distribuida y sistemas de almacenamiento de energía, que funcionan en coordinación para suministrar electricidad de manera confiable, conectados al sistema de energía anfitrión a nivel de distribución en un solo punto de conexión, el punto de acoplamiento común” (Olivares, 2014).
Algunos elementos que componen una microrred son: sistemas de generación distribuida, sistemas de almacenamiento de energía, técnicas para la gestión de cargas, sistemas de monitorización y control del flujo de potencia, y técnicas de mantenimiento preventivo.
Ventajas de una microrred.
Una microrred tiene una serie de potencialidades que la hacen un recurso innovador y que puede generar incidencias positivas en los procesos socioeconómicos de las ZIN. Es un sistema de generación eléctrica que no tiene generación ni distribución centralizada, potencia la implementación de energías renovables, pueden funcionar conectados o aislados de una red de transmisión central, son eficientes porque lo que se genera se consume en el mismo sitio lo que reduce los costos de distribución, reducen las emisiones de gases efectos de invernadero y contribuye a la diversificación de la matriz energética. Igualmente, el principal beneficio que generaría es mejorar la calidad de vida de las poblaciones que no tienen acceso a la energía que conlleva a que tengan una serie de privaciones sociales, económicas y culturales.
Retos de implementación en regiones rurales.
Las microrredes pueden convertirse en un elemento transformación para la sociedad colombiana y para las regiones que no tienen acceso continuo a la energía. Sin embargo, hay una serie de retos institucionales, normativos y políticos para la implementación de este sistema de generación eléctrica.
Retos técnicos.
En Colombia, por sus condiciones territoriales las regiones rurales tienen características geográficas que varían significativamente y ciertas particularidades que se deben aprovechar para maximizar el beneficio en la implementación. Es por eso que para implementar una microrred debe haber una claridad técnica en aspectos como el dimensionamiento de las fuentes de energía, su localización estratégica y la arquitectura del sistema de distribución encargado de interconectar las fuentes de generación con las cargas.
Retos socioculturales y políticos.
Otro aspecto asociado a las características geográficas y culturales de las regiones es que los implementadores de las microrredes tengan en cuenta el potencial energético y características particulares de cada región. En esencia, porque pueden ser lugares ubicados en valles, costas, montañas; tener diferentes características étnicas; y por supuesto a sus costumbres y a la idiosincrasia de cada lugar porque esto equivale a que en el proceso de implementación haya una legitimidad y aceptación de este sistema de generación eléctrica.
Retos normativos y regulatorios.
Finalmente, otro reto es el fortalecimiento del marco normativo y regulatorio porque en la actualidad hay una especie de limbo jurídico en donde no existe una definición puntual sobre microrred ni su implementación en el sistema colombiano. Tampoco existe una metodología establecida por parte del MME, la UPME y la CREG para la implementación de los sistemas de microrredes, tan solo consideran que es una buena oportunidad de implementación en las ZNI. Ante esta realidad, es esencial que exista una normatividad clara para que estos procesos de innovación social sean viables en el largo plazo. Igualmente, las microrredes promueven nuevos modelos de negocio como mercados locales de energía, venta de servicio complementarios a la red, entre otros. Por lo cual, la regulación es esencial en los próximos años.